lunes, 28 de enero de 2013

Los zapatos de mi Boda


Tengo varios pares de zapatos de novia en casa, algunos que tenemos para imprevistos en las bodas de “nuestras novias” y algunos otros que nos han regalado como recuerdo… La verdad es que todos me encantan, entre otras cosas porque adoro “los zapatos”… pero no sé por qué nunca me he imaginado el día de mi Boda con ninguno de ellos.

Cuando me puse a pensar en qué zapatos quería lucir, pensé que tenían que ser cómodos sobre todo, aunque para mí la idea de comodidad incluye un buen tacón y además prácticos; es decir que no sólo me sirvieran para el día de la Boda… Ya sé que mucha gente lleva zapatos blancos, pero yo en mis añitos nunca me los he puesto, así que ya tenéis la pista definitiva para saber algo sobre mis zapatos… Pero bueno hoy no voy a hablaros exactamente de cómo son, sino de cómo los conseguí.

 




Hice algo quecom owedding planner, suelo recomendar no hacer a “mis novias” que es ponerme a buscar por internet mi zapato perfecto… Suelo no recomendarlo porque muchas veces una encuentra por internet algo de lo que se enamora y luego no podemos conseguir, en el caso de zapatos o ropa, muchas veces por la talla o el modelo exacto… Por eso es mejor tener claro que puedes conseguir algo antes de enamorarte de ello, además si no conoces las marcas a veces las tallas pueden fallar y te arriesgas a recibir el pedido, tener que devolverlo… y tardar más de un mes en conseguir lo que quieres.

Bueno pues una vez más me revelé contra una de mis teorías y encontré mis zapatos perfectos… Primero busqué una de mis marcas de zapato favoritas y puse el color de los zapatos que tenía en la cabeza… y tachán!!!. Google me dio la imagen de los zapatos de mi boda, o eso creí yo.

Me puse manos a la obra a buscar el modelo en tiendas de la zona, pero fue imposible, después de navegar unas buenas horas los encontré en una tienda on-line de Barcelona. Tenían el modelo, el color y mi número. Genial. Guardé la página en mis favoritos y decidí comentarlo con mi madre y alguna de mis amigas.

A medida que fui enseñando el zapato del que estaba completamente enamorada, las caras de las demás se extrañaban pero el siguiente comentario era del tipo: “Me gustan”, “Me encantan”, “Son tus zapatos” ó “Estás loca”, también hubo alguno de esos...

A diferencia de lo que podáis pensar por llevar zapatos de color el día de mi boda, no soy nada atrevida vistiendo y me defino como clásica… pero un día es un día y los zapatos son maravillosos!!!

Cuando tuve las suficientes opiniones satisfactorias, me dispuse a comprar on-line mis zapatos, estaba tan feliz. Tardarían más o menos una semana y cuando llegaran podría ir con mi madre y compañía a probármelos con el vestido… Estaba emocionada.

Pasó una semana y no llegaron, así que me puse en contacto con la tienda, donde me atendió un encanto de mujer y me dijo que justo estaba con mi pedido pero me tenía que dar una mala noticia O_O. No había mi número pero podía mandarme un número más y ver si me quedaba bien. Loca de la vida acepté, quería tener los zapatos en mis manos; había plantillas maravillosas, y seguro que encontraba una solución.

 
La mujer encantadora volvió a llamarme para darme una noticia mucho peor. Tampoco había un número más. Había llamado al fabricante y le habían dicho que no volverían a hacerlos… Mi gozo en un pozo, yo ya sabía que no iban a volver a hacerlos porque ya había hablado con el fabricante… No podía ser, quería esos zapatos.

No me considero una persona obsesiva y no suelo estresarme con cosas como ésta, pero sí que soy cabezona y no iba a dejar en mi empeño de encontrar los zapatos… Tenía tiempo suficiente para encontrarlos.

Llamé de nuevo al fabricante y di con la mujer más amable del mundo, andaluza y con mucho arte, le conté mi búsqueda y le dije la verdad, eran los zapatos para mi Boda y sin más me pidió que le dejara mi contacto, me dijo que no sabía si tardaría una semana, dos o tres meses, pero iba a encontrar mis zapatos.

En ese mismo instante quise colarme por el hilo telefónico para a darle un abrazo, pero no pudo ser, quise aguantar la emoción para no volver a precipitarme y esperar el paso de los acontecimientos.

Pasaron días, muchos días y mientras hablaba con una amiga por teléfono entré en la página del fabricante y ahí estaban mis zapatos, según colgué el teléfono empezó a sonar, un compañero del hada madrina de mis zapatos me llamaba para comunicarme que ya los tenían.

Felicidaddddddddd, sí una novia se emociona por estas pequeñas cosas y yo lo hice, ya los tenía, ya eran míos.

En dos días llegaron a casa, en una caja gigante y eran tan perfectos como imaginaba, eran mis zapatos, por fin. Cuando me los probé me sentí un poco cenicienta… y sólo pensé en mi hada madrina, desde aquí gracias a esa mujer que los consiguió, de corazón. ;D

Y así llegaron a mis manos los zapatos del día de mi Boda.

 

miércoles, 9 de enero de 2013

La elección de mi vestido de novia


Ya estamos de vuelta de las Navidades y preparados para seguir con la Organización de vuestras bodas y de la nuestra… Esperamos que hayáis cargado las pilas y que los Reyes Magos se hayan portado muy bien con vosotros.

Hoy os traemos un post que ocurrió hace ya unos meses… pero que es ahora cuando hubiera tocado, es decir que como profesionales recomendamos que elijáis vuestro vestido unos seis meses aproximadamente antes de vuestra Boda… la verdad es que yo me adelanté… un poquito ;D

“Aún no teníamos ni fecha ni día en el calendario… pero como buena profesional sabía que el mes de septiembre era el ideal para encontrar tu vestido perfecto. Es uno de los pocos meses en los que comienzan a entrar en las tiendas los vestidos de la nueva temporada y se mantienen a muy buen precio los de la temporada anterior…

Por ello me puse manos a la obra, no quería visitar mil tiendas, ni probarme cincuenta vestidos… tenía una idea bastante clara de lo que quería y de lo que podía sentarme bien… No sólo por ser una profesional de las bodas, la verdad; sino porque un día de verano en el que fui a visitar la tienda donde una de “mis novias” había comprado su vestido, vi uno, era mi talla y era el vestido más bonito que había visto nunca pero intuía que no me quedaría bien. La chica de la tienda es un sol y si me lee espero que me perdone pero fue una mentira piadosa… Le dije que tenía una novia igualita que yo, la misma talla y todo y que si me lo probaba quizá podría animarla a ir a verlo… Y claro me lo probé, era perfecto y me quedaba como un guante, quise contener la respiración y mantener mi gesto para no emocionarme ni ponerme a reír como una loca, que era lo que de verdad quería. Me lo quité, le di las gracias y me monté en el coche con una sonrisa de oreja a oreja. No sabía si ése sería mi vestido, pero el primer vestido que me había probado era perfecto.

Por esta anécdota, en septiembre tenía claro lo que quería… visité junto a mis hermanas una feria de vestidos de novia… y fue un desastre. A mis hermanas les gustaba todo y a mi nada, no hubo manera ni de conseguir mi talla, ni de encontrar un vestido que medianamente me convenciera… Mis hermanas debieron poner todo su empeño y estarían muy emocionadas, pero desde luego no eran las mejores acompañantes para comprar mi vestido.

Una semana más tarde y casi sobre la marcha hablé con mi mejor amiga y le dije que si me acompañaba  a ver un par de vestidos a los que había echado el ojo… Y ella cambió todo lo que tenía que hacer para venir conmigo, por algo fue un gran día.

Visitamos la primera tienda donde tenían uno de los modelos que yo ya había fichado y era perfecto, me sentí como una auténtica novia, me encantaba… el único problema era que tendría que meterlo un poco y arreglar el pecho… no se trataba de dejar bizco ni al novio, ni a los invitados… Salimos de la tienda muy contentas, podía haber sido perfectamente mi vestido de novia, pero decidimos visitar otra tienda.

Cuando llegamos nos atendieron de maravilla, yo ya les había llamado para saber los modelos que tenían disponibles y al llegar… tachán! El vestido que me probé por primera vez yo solita… Tenía que ponérmelo, lo sabía.

 
Me puse el cancán y espere a que me ayudaran a probármelo, cuando me miré en el espejo vi una novia, yo, mi vestido… Mi amiga ya estaba emocionada. Era mi vestido, lo sabía, lo sentía… estaba tan feliz!!!

Como toda novia y a pesar de estar segura quería más opiniones, mi amiga decía que sin la aprobación de mi madre… pero la tenía a unos cuantos kilómetros y para colmo el vestido tenía otra novia prendada de él que vendría al día siguiente. Como profesional me sentí mal por dejarla sin ese vestido, aunque podría encontrarlo en otra tienda… pero como novia no podía dejarlo.

Gracias al bendito whatsApp pude enviar unas fotillos a mi madre y enseguida me dijo que era perfecto, que adelante, que confiaba en mí y que la elección era mía.

Después de respirar hondo muchas veces, fumarme un cigarrillo… aunque no fumaba y volver a respirar hondo muchas veces más entre dispuesta a volver a probarme el vestido.

Cuando me lo probé con todos los complementos pude volver a sentir la misma emoción que minutos antes… Era mi vestido!!!.

Estaba tan nerviosa que me hice amiga de todos los vendedores antes de irme, porque adivináis?? Olvidé todos y cada uno de los números secretos de mis tarjetas… Aquello era un despropósito, no me había pasado en la vida, pero los nervios de una novia siempre son respetables (je,je). Después de muchos intentos, la serenidad volvió a mí y pude marcar por fin mi número secreto. Ya tenía mi vestido.”
 

 
Próximamente os traeremos las últimas novedades en vestidos de novia y trajes de novios... y os presentaremos nuestros sitios preferidos para que encontréis lo que buscáis!!!


martes, 8 de enero de 2013

NUESTRA BANDA SONORA



Hoy vamos a compartir con vosotros la banda sonora que acompaña a la organización de nuestra Boda... la canción parece escrita para nosotros y muy posiblemente será la protagonista en alguna sorpresilla que tenemos preparada.

Si aún no tenéis banda sonora para vuestra organización... poneos manos a la obra, seguro que encontráis la vuestra y podéis utilizarla para millones de cosas divertidas y originales... como por ejemplo... un Save the date... ;D

jueves, 3 de enero de 2013

¿Dónde nos casamos?


Antes de nada, queremos felicitaros las Navidades y el año a todos los que nos seguís desde el primer día y a todos lo que os vais enganchando poco a poco. Sois muchos los que nos habéis pedido una nueva entrada, pero necesitábamos unos días de descanso para comenzar el nuevo año con las pilas totalmente cargadas.

2013 se plantea como un año con muchos retos, muchas Bodas en el horizonte y la nuestra en medio de ellas… Sólo esperamos contar con todos vosotros!!!

Foto: José Reina; Wedding Planner: Toque Clave; Lugar: Hotel Kris Doménico Toledo


Y ahora sí, llega la pregunta de ¿Dónde nos casamos?. Esta fue una pregunta que vino después de contar a nuestra familia y amigos… lo de “contar” no deja de ser una paradoja, que nos casábamos.

Teníamos varios puntos a nuestro favor, sabíamos que tendría que ser en Madrid, Toledo o Cáceres. Las tres eran nuestras ciudades estrella, las propias ciudades o sus alrededores, eso nos daba igual… pero la cuestión era ¿dónde?.

Mi familia está en Madrid, nosotros vivimos en Madrid. Mis padres son de Toledo y es una ciudad que nos encanta. Su familia está la mayoría en Cáceres y Extremadura tiene su corazón y mi admiración… Así que después de mucho pensar y valorar ciudades, incluso pensar en montar una carpa en medio de la A-5 (La carretera que une Madrid con Extremadura)… decidimos que sería allí. Una vez más nos saltamos las tradiciones y nos saltamos a la torera casarnos en la ciudad de la novia, véase yo.

Ahora venía lo más difícil, encontrar nuestro sitio perfecto. El paisaje de Extremadura es increíble, te enamora nada más verlo. En mi ignorancia me imaginaba Extremadura como un gran desierto, creí que serían tierras áridas y sin más belleza que las diferentes tonalidades de sus campos… pero me confundí de pleno. Extremadura es naturaleza, paisajes idílicos, encimas, alcornoques, jaras, madroños, castaños… Su paisaje tiene olores, tacto… cada uno de sus rincones tiene un encanto especial y por eso decidimos que el día más importante de nuestra vida sería allí.

Conocíamos por nuestro trabajo la mayoría de los hoteles, restaurantes y fincas de la zona; y aunque reconocemos su belleza y el buen trato de sus dueños, con los que habíamos trabajado en diferentes ocasiones, ninguno de aquellos sitios perfectos lo era para nosotros. Aún no habíamos sentido ese vuelco en el corazón que se produce cuando ves el sitio donde quieres celebrar tu gran fiesta.

Visitamos varios lugares que aún no habíamos conocido: castillos, palacios, fincas… pero no encontrábamos el nuestro, tengo que reconocer que nos desilusionamos, fueron días de largas discusiones… a ambos nos agobiaba el hecho de no saber dónde íbamos a celebrarlo.

Tan sólo nos faltaba un lugar por visitar que cumplía nuestras expectativas de distancias, cercanía a alojamientos, exteriores… Acudimos allí sin saber muy bien lo que íbamos a encontrarnos, lo hicimos un viernes por la mañana cuando estaban montando allí una Boda que se celebraría en pocas horas y… aunque los dos fuimos cautos mientras nos enseñaban cada rincón, cuando nuestras miradas se cruzaron, sonreímos, éste sí podía ser nuestro sitio.

 
Y así y después de ver las posibilidades del lugar, menús, condiciones… Volvimos a visitarlo casi seguros de que habíamos acertado… Y así fue. Desde que entramos por la gran verja de su entrada, nos enamoramos. Imagino que por defecto profesional yo ya veía todo decorado y no dejaba de ver mil posibilidades para que aquel sitio se convirtiera en el sitio ideal para celebrar nuestra Boda.

Y así encontramos nuestro sitio perfecto, pero hay algunas premisas que podéis seguir para encontrarlo si es que estáis en ello:

-          Es importante buscar un lugar que se identifique con vosotros y que os haga fácil la organización de vuestra Boda. Por ejemplo, que tenga alojamientos cercanos, que sea un lugar de fácil acceso…

-          Cuando encontréis el lugar perfecto para vosotros, o casi perfecto, muchas veces hasta que no nos decidimos por uno no llegamos a enamorarnos del todo de él; tenéis que negociar con el Gerente o responsable cómo queréis que se desarrolle vuestra Boda para conocer las posibilidades que os ofrecen y las prohibiciones, esto os evitará llevaros sorpresas.

-          Se recomienda reservar el sitio donde os casaréis con un año de anticipación, sobre todo para poder elegir la fecha que vosotros queréis, pero hay millones de sitios por descubrir y os aseguramos que con menos tiempo también es posible encontrar el sitio perfecto.

-          Cuando elijáis dónde queréis celebrar vuestra Boda, pensar en vuestra familia y amigos más cercanos, buscar facilidades para ellos pero por mucho que os cueste, sed firmes en vuestra decisión. Se trata de celebrar en día de vuestra Boda con ellos y seguro que si vosotros estáis felices, ellos al final lo estarán.

-          Aseguraros de confirmar precios de alquiler, menús, servicios y condiciones. Ajustarlos teniendo en cuenta posibles subidas de IVA o cambios de última hora, es importante que vuestro presupuesto sea compatible con el lugar de vuestros sueños.

-          Cuando tengáis todo estudiado y no os queden dudas, lo ideal es que firméis un contrato que contenga todas las condiciones y servicios detallados, de esta manera estaremos más seguros y será favorable para ambas partes.

-          Una vez sigáis estos pasos tendréis el lugar de vuestra Boda y muchos días por delante para ilusionaros con cada detalle. Y si aún con todos estos consejos creéis que necesitáis ayuda podéis pedir el asesoramiento de una profesional wedding planner para que os ayude en la búsqueda y negocie por vosotros vuestras preferencias. ;D